UN ‘MANAGER’ DEL SIGLO XXI
QUE TAMBIÉN ES MÚSICO
GRUPO FRONTERA
Y EL GRAN ÉXITO
“Quien persevera, alcanza: al que trabaja
siempre le llega lo que se merece”
“A mis artistas no les cobro por
sus videos ni por sus audios”
Por TRIUNFO Magazine
Dominando las listas de tocadas radiales y de ‘streaming’ en las plataformas digitales, multiplicándose para dirigir su compañía, VHR Music, y cumplirle a la industria y al público, mesuradamente y con total convicción Víctor Hugo Ruiz Jr. afirma que el Grupo Frontera le ha abierto las puertas del Valle de Texas a la nueva música norteña.
Con apenas un año de trayectoria a partir del 16 de febrero del 2022, Frontera es el líder de un elenco que también integran Los Dorados, De Parranda, Mía 22, Obsesión, Juan Moya, JLB y Compañía, y Los dos Comandantes.
Asombroso fruto post pandemia de las redes sociales, de sus ganas y de su amor por la música, los ocho son nombres muy originales. Además de sus denominaciones, establecen una clara diferencia con su estilo y llaman la atención por el fresco mensaje de las letras de sus canciones, un aporte al cual se agrega el talento del conocido compositor Edgar Barrera.
Otra diferencia en la dirección y el manejo de estos artistas es la estratégica presencia de Víctor Hugo Ruiz Jr., el máximo ejecutivo de VHR Music, no solo el “manager”, en su caso nada tradicional, sino también un artista, cantante y músico experto en las percusiones y el “base”, un creativo con estricta formación profesional y digno heredero de un padre exigente que lo fue moldeando en la música desde que era niño.
Obligado por diversas circunstancias y el rápido avance del Grupo Frontera y el resto de su elenco, Víctor Hugo debió suspender su carrera como vocalista del Grupo ZAAZ y debutar como ejecutivo dándole una fisonomía definitivamente innovadora a la imagen del manejador del siglo XXI, alguien que de verdad tiene que saber de contratos y adelantos, de amistad bien llevada, de arreglos orgánicos, de grabaciones y de videos; en síntesis de todo el complejo mundo del “show business”, yendo más allá del rutinario y el simple trabajo de agendar y vender fechas.
En su entrevista nos confidencia que durante la pandemia del coronavirus se produjo una especie de fenómeno con la aparición de “muchos grupos que con sus videos en vivo dieron la pauta para el desarrollo de otros grupos transformando esa tendencia en un movimiento que generó muchas vistas y ‘streaming’. Uno de los grupos que salió de esa tendencia fue Frontera”.
Como consecuencia este grupo tuvo el acierto de mostrar un carisma y una exitosa selección de repertorio que incluyó ‘covers’ en su etapa inicial. “Eso fue lo que llamó la atención del público”, afirma.
—¿Y en cuanto al estilo, qué?
Las melodías y los arreglos del Grupo Frontera no tienen complicaciones. Luego está la voz de Payo (Adelaido Solís), el cantante. Acaba de cumplir 20 años. Está haciendo cosas increíbles. Todos se complementan bien y eso hace el estilo de Frontera. En el bajo sexto, Beto (Alberto Acosta) es un genio y es la pieza clave del grupo. Sin él no hubieran tenido el éxito. Él fue quien eligió grabar la canción “No Se Va” y la mayoría de los temas. Está también Juanito (Juan Javier Cantú), en el acordeón, cuyo estilo tan marcado mucha gente está tratando de copiarlo. Carlos Guerrero, el baterista, toca muy bien y es muy carismático. El de las percusiones y animación es Julián Millán. El grupo es exitoso por el latento de sus integrantes y porque escoge bien sus temas. Cada quien hace su trabajo como debe ser.
—Deduzco, por lo que dices, que el primer gran éxito histórico del Grupo Frontera fue “No Se Va”…
No. El primer éxito que los despuntó, aunque en otro nivel, fue su versión de “La Ladrona”. La grabaron con Los Dorados.
—¿Te refieres a la canción de Diego Verdaguer?
Esa mera. Él la compuso.
—En esa perspectiva fue esa canción y también tu impulso, el de un músico profesional.
Empecé con mi papá a los ocho años de edad. Él me metió a su grupo, que se llama Grupo Zaaz. Yo quería ser parte del grupo. Pero mi señor padre era de la vieja escuela. Apenas iba a agarrar un instrumento, que nadie estaba tocando, me dijo que eso, entrar a Zaaz, se tenía que ganar. Me dijo: “No nomás porque te corre mi sangre por tus venas y portas mi apellido, vas a conseguirlo”.
—¿Qué fue lo primero que tocaste, Víctor Hugo?
Empecé con la percusión. Después incursioné en la cantada. Mi señor padre falleció de un paro cardíaco en el escenario el año 2004. Él me estaba moldeando para saber de todo y entender bien el negocio. Falleció el 15 de septiembre de ese año mientras tocábamos en la celebración de El Grito en Tamaulipas. A la semana yo ya estaba cantando sin saber cantar. Tuve que aprender y bendito Dios, tenía la voz casi exactamente parecida a la de él. Y ya entonces la gente comenzó a verme como que estaba haciendo bien las cosas. Yo tenía la inquietud de hacer bailes y promover.
—¿Qué más hiciste?
Me vine a Houston y me casé. Así empecé mi carrera de promotor. Nos íbamos a casar un domingo, en mayo. Era Memorial Day y le hablo a un club bien conocido, el más grande de Houston. Les pregunto si me pueden dar trabajo el viernes. Me respondieron que podría, pero que necesitaban un paquete, porque originalmente querían a Fito Olivares, quien no les contestaba las llamadas telefónicas.
—¡Fito Olivares! Una leyenda…
Fito era bien amigo de la familia. Lo llamo y le digo: “Quiero estar el viernes allí, porque el domingo me tengo que casar. ¿Me das la fecha? “Claro”, me dijo. Me reúno con el dueño y le digo que ya tengo a Fito para esa fecha, que lo anunciara. Me preguntó que cómo lo había hecho. Le dije que mi papá era bien querido en la zona, que lo respetaban mucho y que había amistad con todos los grupos. Me mandaron unas cajas de Buchanan para la boda, preguntándome si me iba de luna de miel. Respondí que todavía no. Fue en septiembre del 2009. En esa época no había mucho dinero ni trabajo. Me citaron los dueños y me ofrecieron que me encargara de la agenda de su club. Allí comenzó mi marca VHR Music.
—¿Qué pasó con el Grupo Zaaz?
Mi grupo era el que más trabajaba. Durante la pandemia, en el 2020, compré unas cámaras. Gasté mucho dinero y a los dos meses se cierra todo. “Madre santa, ¿qué voy a hacer con todo este equipo?”, me dije. Pero fue la mejor inversión. Empecé a grabar y grabar videos en vivo con numerosos grupos, muchos de los “live” que le gustaban a la gente.
—¿Con que grupos trabajaste en eso?
El primer grupo norteño que estaba sonando fue Obsesión, los que cantaban “Mi Troquita Cumbia”, un suceso viral. El siguiente fue el grupo De Parranda que estaba y está haciendo mucho ruido. Y fue Tony, el cantante de Obsesión, quien un día me dijo: “Hay un grupo, buey, que está pegando para que nos abra el evento”. Le pregunté “cómo se llama”.
—Ya lo sé. Se adivina. Te dijo ¡Frontera!
Sí. Era Frontera. Yo los había escuchado con “La Ladrona” y los había visto en El Rodeo Club. Tony me dijo si me interesaban. “Sí”, le dije. “Son mis sobrinos”, me informó. “A ver si puedo trabajar con ellos”, le comenté. Tony fue el que me recomendó con Beto, Alberto Acosta. De ahí surgió una buena amistad. Empezamos desde abajo. “La Ladrona” ya tenía un millón de vistas. “No Se Va” iba en más de medio millón, despegándose. Le pregunté a Beto cuánto querían cobrar. Le doblé la cantidad que me dio. Así empezamos. Supe que este grupo tenía algo cuando los llevé a Houston. Actuaban De Parranda y Obsesión. Frontera iba abajo.
—¿Alguna anécdota relacionada con esa tocada en Houston?
La muchacha que trabajaba conmigo en la puerta me dijo que la gente se sentía indignada porque estaba tocando Frontera y muchos seguían en la fila para entrar. “Quiénes son”, me preguntó. Esa vez supe que el grupo traía algo. En una de esas, habla un compositor muy famoso que también es productor y estaba interesado en Frontera. Se llama Edgar Barrera. Tiene muchos Grammy ganados. Él es el responsable de “Bebé Dame”, “Que Vuelvas” y todos los éxitos grandes de Frontera, que son sus composiciones.
—Han pegado con muchas canciones…
Sí. En diciembre pasado sacamos el dueto con Carín León, que se titula “Que Vuelvas”, y con Fuerza Régida “Babé Dame”. ¡Dos chingazos! Tenemos colaboraciones muy buenas. En Billboard estábamos primeros con “No Se Va”, “Que Vuelvas”, “Bebé Dame” y mejor resumo. Cuatro de las cinco canciones del Top Five eran de nosotros. ¡Increíble!
—En ese momento el Grupo Frontera rompió todas las fronteras de lo habitual en las listas y mucha gente empezó a preguntarse quiénes eran.
De la noche a la mañana, esto cambió nuestras vidas. Se trata de un grupo de talentosos muchachos mexicanos que viven en McCallen, que se respetan mucho entre ellos. Al comenzar a trabajar con ellos recordé el inicio de mi carrera de cantante y las injusticias que hay en esta industria. Me representaba alguien más, una persona de Monterrey. Hoy le doy las gracias a Dios por haber vivido fracasos e injusticias. Sé con quiénes trabajar y esquivar los problemas.
—¿Puedes darnos un ejemplo de eso?
Al comienzo les pregunté cuánto querían ganar. Como ejemplo me dijeron “cinco”. Pero empecé consiguiéndoles diez o doce. Y mi teléfono empezó a sonar constante. Fuimos a Phoenix en agosto del 2022 y esa fue una tocada muy importante. “Nos va a ir bien. Vamos a hacer empresa”, le dije a los muchachos. Noté que dudaban un poco. Insistí. Fuimos por la puerta. De 15 que querían, subimos 118 mil. “Háganme caso, buey. Tenme fe. Déjenme hacer mi trabajo”, le dije a Beto. Si hubiese sido abusivo, me quedo con el dinero. Pero no. Se los entregué todo.
—En este negocio llegar al lugar donde está el Grupo Frontera a veces toma años…
Es increíble. Me dice mucha gente que me saqué la lotería. Les respondo que tengo años en este negocio. El que persevera, alcanza; al que trabaja siempre le va a llegar lo que se merece. Con los muchachos mi marca —VHR Music— ha crecido bastante al interior de este movimiento que se está dando en Texas. Tenemos lo más sonado allí: Frontera, Los Dorados, De Parranda, Mía 22, Obsesión, Juan Moya, JLB y Compañía, y Los Dos Comandantes.
—En lo personal ¿ya no cantas? ¿Solo manejas tu compañía?
He tenido que hacer una pausa. A los muchachos les gusta que yo también disfrute todo lo que está pasando. La neta es que este es el éxito de todo el equipo, incluido Edgar Barrera en lo musical. Hemos superado la maldición del “súper éxito” inicial.
—Lo bonito, Víctor Hugo, es que con este movimiento se consolida la música mexicana en Texas y en general en todo Estados Unidos.
Así es. Un ejemplo: es difícil que pegue nuestra música en California. La gente allí se ha vuelto loca en varias tocadas, comenzando con un jaripeo donde el público coreaba las canciones de Frontera. Así ha ido creciendo el fenómeno. El éxito ha llegado por partes. Es raro que pase esto tan rápido. En mi época me tocó Intocable. Canción que sacaban, pegaba. Trancazo tras trancazo. Hoy en día para nosotros el número uno es Firme. Está en la cima. Pero hay muchos videos en que están comparando a Frontera con Firme. Humildemente admiramos lo que ha logrado Firme. Los conocemos. Son personas que nos caen muy bien.
—Cuéntanos también cómo ha ido creciendo tu equipo de trabajo… Son ocho los grupos de VHR Music.
Empecé con una persona. Poquito a poquito se burlaban de nosotros las compañías grandes de aquí. No quiero decir nombres de marcas. Ahora ellos están al otro lado de la mesa. Intentaron bloquearme y meterme competencia. Echándole ganas les he demostrado lo que es mi marca. Mi madre, quien representaba a mi señor padre, me enseñó todo esto: los porcentajes, cómo se trabajan las puertas, cómo se hace un baile. Ella me propuso que le pusiera el nombre que quería mi papá: VHR Music. Ese era su sueño. Es un homenaje a su memoria. Empezamos con una persona, Jenny Mendoza. Luego se sumó mi esposa y Rafa. Ahorita somos nueve y dos compañías. Una de ellas es la que hace los videos musicales.
—Tu mensaje más importante ya lo dijiste en esta entrevista: “El que persevera alcanza, al que trabaja le llega lo que se merece”. Además hay que ser justo con el artista…
A mis artistas no les cobro por sus videos ni por sus audios. Así andamos. Donde vayamos, grabamos. Te anticipo que vienen éxitos grandísimos. A Mariano, el cantante de Mía 22, y a los demás muchachos se lo he dicho: “Si no tienes contenido, no eres nadie”. En esto las redes sociales son lo más bonito que nos ha ocurrido y TikTok es una bendición para la música.
—Estamos de acuerdo. Qué bueno que menciones el “contenido”, porque es la base de todo en la comunicación. Espero que lo tratemos en una próxima entrevista. Por ahora, muchas gracias y que el “movimiento” siga fortaleciéndose. “Contenido” es sinónimo de “repertorio” y sin canciones no hay éxito posible en este negocio. Gracias, Víctor Hugo Ruiz Jr. También nuestros lectores te lo van a agradecer. Hasta una próxima ocasión.